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domingo, 8 de agosto de 2021

AMÉRICA Y COLÓN EN UNA ESCULTURA LIMEÑA

 

-Texto y fotos: David Pino


Lima la Única

AMÉRICA Y COLÓN EN UNA ESCULTURA LIMEÑA

Desde hace mucho tiempo hay un discurso que por tanto repetirse ya
es aceptado como verdad. Y como los monumentos no se defienden, "no hablan", sino son evidencias físicas del pensamiento de una época, son las principales víctimas de los nuevos pensamientos e ideas. ¿Quiénes son los grandes peruanistas? Entendemos que podrían ser aquellos que defienden el Perú primero y todo lo que es parte de nuestra cultura. Y muchos peruanistas célebres defendían el pensamiento de que somos el resultado de un largo mestizaje, la evidencia presente en raza, pensamiento, y obra de nuestros antepasados. Y el Perú de hoy efectivamente es lo antes mencionado, desde nuestro idioma principal, los apellidos de la mayoría de peruanos, la vestimenta, nuestras costumbres, la religión, y un largo etcétera.

El Monumento a Cristóbal Colón, inaugurado en el Óvalo de Acho el año 1860, en los últimos tiempos se ha convertido en símbolo de una lucha reivindicatoria, qué puede ser completamente válida, pero de la cual no es necesario ir levantando falsedades y engañando conciencias. La primera observación a simple vista muestra a una indígena arrodillada a los pies de Colón, y los gritos dicen cómo es posible seguir conservando una escultura que humilla nuestra raza. Otros van más allá y mencionan que es un símbolo del colonialismo que hay que extirpar, pues nuestra independencia proclamada hace 200 años así lo exige.

¿Es un monumento de la época colonial? La respuesta es no. Fue inaugurada el año 1860 durante el gobierno de quién fue considerado el mejor Presidente del Perú en el siglo XIX: Ramón Castilla, y nadie dudaría de su amor al Perú: lucho joven en las batallas por la Independencia, y logró poner orden a un estado fallido luego de las guerras civiles entre caudillos anteriores a él. El monumento es obra del escultor italiano Salvatore Revelli.


¿Es una indígena la que se arrodilla ante Colón? No. La mujer que acompaña a Colón en su monumento es una alegoría al continente americano. A finales del siglo XVI, Cesare Ripa dejó plasmado en su obra "Iconología", los atributos que debían tener en el campo del arte las alegorias de todo tipo. Y en el caso de América la describe así: “Mujer desnuda y de color oscuro, mezclado de amarillo. Será fiera de rostro, y ha de llevar un velo jaspeado de diversos colores que le cae de los hombros cruzándole todo el cuerpo, hasta cubrirle enteramente las vergüenzas. Sus cabellos han de aparecer revueltos y esparcidos, poniéndosele alrededor de todo su cuerpo un bello y artificioso ornamento, todo él hecho de plumas de muy diversos colores. Con la izquierda ha de sostener un arco, y una flecha con la diestra, poniéndosele al costado una bolsa o carcaj bien provista de flechas, así como bajo sus pies una cabeza humana traspasada por alguna de las saetas que digo. En tierra y al otro lado se pintará algún lagarto o un caimán de desmesurado tamaño…"



Queda claro que la mujer que aparece inclinada ante Colón es una alegoría del continente americano, es América en estricto. Y no es la única en Lima pues en la Plazuela del Cercado de los Barrios Altos existe otra escultura alegórica de América que estuvo originalmente en la Plaza de Armas.

¿Porque aparece América inclinada ante Colón? Porque en el pensamiento de la época (siglo XIX), Colón era reconocido como aquel que trajo la civilización a este continente, el que trajo la cultura y la religión. Muchos estados americanos, ya independientes, iban buscando una identidad de acuerdo a su contexto y a las ideas de la época. Queda claro entonces que no es un monumento de la época "colonial", que nos recuerda los llamados años de vasallaje a los que fuimos sometidos. Sobre eso también hay algo más que decir.

¿Fue el Perú colonia de España? No. El Perú fue uno de los muchos


reinos que tuvo la corona española en aquellos siglos .Y por cierto fue uno de los más prósperos habida cuenta que aquí se ubicaba la más importante Universidad de América del Sur y primera además en su género, estaba la Casa de la Moneda, el Palacio del Virrey y los edificios de las diferentes instituciones de estado que administraban todo el vasto territorio que eran parte de este Virreinato, varios países actuales de los que su capital era Lima. Y en el interior del país las castas indígenas continuaban ejerciendo su poder, sus tierras, obviamente bajo una nueva administración y una nueva religión pero nunca fueron sometidos ni esclavizados. Las leyes reales los reconocían como súbditos del imperio lo mismo que a españoles, criollos, mexicanos, italianos y de toda región que haya sido parte de este Imperio. Si no cómo creen que un cacique llamado José Gabriel Condorcanqui viniera a Lima a exigir una mejora en las condiciones de sus empresas, lo que luego derivó en un levantamiento ya bastante historiado (y manipulado).


Alguna vez leí en un libro una frase que se me ha quedado hasta el día de hoy: "más fácil es repetir que investigar". Lo que nos hace reconocernos hoy como una nación unida es aceptar nuestro pasado, reconocer que somos fruto de los aciertos o errores de nuestros antepasados, no podemos cambiarlo pero si podemos ser mejores. Y el inicio para ello es aceptarnos como somos, algo de lo cual los monumentos del pasado nos lo recuerdan.

-Texto y fotos: David Pino




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