El Congreso de Colombia recibió a los taurinos adviertiéndoles que no se permitirá que se cometan atropellos a la libertad
GUILLERMO RODRÍGUEZ
Bajo el alero de la tolerancia, en la sede del Congreso, los taurinos desgranaron durante dos horas en el auditorio " Luis Guillermo Vélez" sus quejumbres , sus reclamos de libertad, sus alegatos economicos y jurídicos y la validez de nuestros argumentos para que esa tradición y patrimonio cultural no se eche por la borda so pena de exterminar un vasto sector de la economía y desestabilizar por un capricho y creencias personales de parte de alcalde Gustavo Petro el edificio jurídico que sustenta a la corrida no solo avalada por la Ley sino por una incontrovertible sentencia de la Corte Constitucional que desligó al mudno del toro del maltrato animal.
El ex ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, cifró en 2 billones de pesos las pérdidas en el curso de 10 años si se frena la fiesta taurina en el país.
El vice presidente del Congreso, Edgar Espindola fue el anfitrión de este encuentro al que concurrieron los aficionados de a pie munidos tan solo en su ciega confianza en la administración de justicia, de que no le hacemos mal a nadie, de que no hay provocaciones ni actos de alteración del orden público con la realización de los festejos táuricos.
El ganadero Miguel Gutierrez dijo que en democracia no se excluye ni prohibe y recordó que ese animal que se cria entre otras ganaderías en la de sus mayores que el prolonga con su hijo, solo sirve para la lidia.
El torero Juan Solanilla evocó la llegada triunfa del maestro César Rincón a Bogotá tras su gesta venteña y dijo que entonces, muy niño soñó con ser como " ese señor" y que con la medida del alcalde de prohibier las corridas en Bogotá esa aspiración está en juego.
"El Congreso estárá vigilante para evitar atropellos", sentenció el vice presidente del Senador, Edgfard Espindola.
El empresario de Manizales, Juan Carlos Gómez dijo que el mundo del toro general empleo y recursos muy valiosos al hospital infantil de Manizales.
El colega Iván Parra habló del periodismo taurino, de quienes nos precedieron en la divulgación de la fiesta y afirmó que en un orden de prioridades los toros tienen su sitio pero no el más importante pues es necesario resolver el drama del maltrato infantil , a la mujer, las desigualdades sociales, la educación, el empleo de calidad para los habitantes de esta capital de Colombia.
Dijo que frente a 200 toros que mueren en las plazas colombianas, cada día en los matadores y de manera indigna mueren 1.500 toros y vacas.
El ex ministro Carrasquilla dijo que promediando cifras en 24 corridas en las grandes ferias se mueven 1.500 millones de pesos. Y denunció que con medidas como la del alcalde Petro hay un detrimento patrimonial par la ciudad y habló de la expropiación de bienes por actos administrativos como en de la actual administración capitalina.
El jurista Jaime Castro afirmó que tanto la Ley como el fallo de la Corte Constitucional exceptua a las corridas del apartado de maltrato a los animales y recordó que el alcalde Petro no puede imponer sus gustos como gobernante pues es la Ley la que fija el orden de la corrida, la reglamenta y ordena al punto que cuida de detalles como las medidas de los instrumentos de pica, la espada y los tiempos en que debe ejecutar la faena.
Afirmó quien fuera alcalde, ministro y diplomático que lamentablemente la paquidermica justicia hace irrisorio el derecho.
No dudó en sostener que la fiesta tiene un soporte jurídico sólido que se irá demostrando en las sucesivas alegaciones que se continuarán ejerciendo ante los tribunales para restablecer el derecho a la realización de las corridas de toros.
Una sonora ovación cerró el muy apuspicioso evento promovido por el Congreso y la UNDETOC sección matadores y subalternos que tendrá eco en una sociedad que escuchó esas argumentaciones en una emisión en directo a através del Canal de las Cámaras Legislativas.
En el auditorio se dieron cita viejo y nuevos aficionados de tendido, peñistas, banderilleros, toreros, subalternos, novilleros , mozos de espada, rejoneadores, que abandonaron el recinto muy emocionados de haber podido participar de la defensa de un rito, de saber que no escondemos nuestra afición y que si bien hoy lo politicamente correcto sería ser anti taurino, quienes hemos bebido de la fuente prístina de la democracia proclamamos la condición de tales sin molestar ni incordiar. Y que en ese Congreso, expresión de la diversidad política y de ideas hay quien es capaz de oir y que nos podemos abrigar bajo el manto de su sabiduria.
Solo una sociedad que respete los valores de la cultura diversa puede convivir sin tensiones que no se puedan superar mediante el uso de la palabra como vehículo.
Publicado por Victor José López "EL VITO" en 18:48
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