LOS PRIMEROS LIBROS SOBRE LOS ESTADOS UNIDOS 4 de julio



 (a propósito de hoy, 4 de Julio)

UNO DE LOS PRIMEROS LIBROS SOBRE LOS ESTADOS UNIDOS 

FUE ESCRITO POR UN PERUANO HACE 420 AÑOS 


por: Josefina Barrón

A mis hijos, de sangre peruana, cubana y norteamericana...

Estados Unidos de Norteamérica se hizo de inmigrantes, muchos de ellos, o casi todos indocumentados. La sangre hispana no es nueva ni reciente. La sudaron los hispanos desde 1600 y antes. Entre ellos, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, explorador, conquistador y cronista español del siglo XVI, conocido por una de las odiseas más extraordinarias de la época de la conquista de América. 



Cabeza de Vaca participó en una expedición fallida a la Florida en 1527 (la expedición de Pánfilo de Narváez), que terminó en un desastre. La mayor parte de los hombres murieron, y sólo cuatro sobrevivientes, entre ellos Cabeza de Vaca, cruzaron a pie quince mil kilómetros a través del actual sur de Estados Unidos y norte de México durante ocho años, desde Florida hasta el golfo de California. En ese tiempo, Cabeza de Vaca fue esclavo, curandero, comerciante, mediador, quien caminó casi a lo largo del territorio de lo que es hoy Estados Unidos y México. Pero hoy, 4 de Julio, quiero comentar sobre otros dos personajazos que conviene conmemorar este día tan especial en el que se celebra la Independencia de los Estados Unidos de América: Hernando de Soto y Garcilaso de la Vega. 


De Soto soñaba con tener la fortuna que tuvieron Pizarro y Cortés: encontrar un Tahuantinsuyo, un Tenochtitlán, un majestuoso imperio forrado en oro. Buscó pues El Dorado invirtiendo su fortuna y entregando su vida, no sin antes dejar a Inés de Bobadilla, su esposa y la primera gobernadora mujer que tuvo América, en la isla de Cuba. Entró por Tampa a ese nuevo mundo que nunca más habría de dejar. Florida fue dura con él y su ejército de hispanos, seguro también de musulmanes conversos y judíos conversos, que los había todos ellos españoles, y con ese grupo variopinto de gentes, de indígenas de otras partes de América del Centro, del Sur, además de los traídos del África, todos siguiendo al líder en su ambiciosa empresa.


Derramaron sangre, murieron, sudaron, enfermaron, sobrevivieron y no, no fue de Soto quien narró las peripecias y aventuras de la soldadesca, pues no sobrevivió. Fue echado su cadáver a las aguas del río Mississippi como lo ilustra la historia y el arte, y fue Gonzalo Silvestre quien contó todo lo que pudo a Garcilaso de la Vega en distintos momentos de su vida. En el prólogo o comentario inicial de La Florida del Inca, el propio Garcilaso explica que cuando era niño, en la casa que su padre tenía en Cuzco, escuchó con asombro y muchas veces a Gonzalo Silvestre relatar con detalles la expedición de Hernando de Soto. Aquellas historias de aventuras y desventuras, en las cuales se describía la geografía, los pueblos, los indios, las costumbres de aquellos lugares del norte de América, le quedaron grabadas en la memoria. Años más tarde, ya en España, tuvo la suerte de reencontrarse con Silvestre en Montilla, y fue entonces cuando confirmó y amplió aquellos relatos que marcaron su infancia con nuevos detalles.



Garcilaso de la Vega, mestizo, hijo de india y español, representa el primer gran escritor, hispano e inca, noble por ambos lados. Garcilaso fue quien transmitió en su libro las aventuras y desventuras de de Soto y su soldadesca, sus descubrimientos y el de ese nuevo mundo que era y es hoy la tierra de la hispanidad que allí pertenece. Él y su "Florida del Inca" fueron un suceso, pues revelaba no solo las historias de de Soto sino la geografía, la fauna, la flora, las costumbres de los indios desde la Florida pasando por Georgia, las Carolinas, Tennessee, Alabama y Mississippi, hacia el oeste a través de Arkansas, Oklahoma, Louisiana y Texas. En castellano fue escrito ese hermoso libro y no en inglés o en francés. Narró para el mundo los seis mil kilómetros por Estados Unidos que emprendió en 1539 aquella expedición por lo que hoy son diez estados norteamericanos. Nieve, desierto, lagos, frutos, montañas, zorros, lobos, indios que ya no existen más, vegetación exuberante, paraísos perdidos, ensoñaciones que hablan de un país enorme y maravilloso que es, como el Perú, patria de mis hijos, quienes tienen en su familia paterna sangre, historias, legado y tradiciones de Georgia. Va este texto para ellos.

La Florida del Inca, publicada en 1605, es uno de los libros fundacionales de la historia de Estados Unidos porque ofrece el primer gran relato extenso sobre la exploración del territorio norteamericano desde una perspectiva mestiza y literaria. Aunque escrito por un peruano que nunca pisó la Florida, el Inca Garcilaso de la Vega recogió con rigor los testimonios orales de Silvestre, sobreviviente de la expedición de Hernando de Soto, y los transformó en una narración histórica que combina crónica, reflexión cultural y sensibilidad humana. Fue publicado cuando aún no existía ninguna colonia inglesa estable y es, por ello, una de las primeras miradas escritas sobre el futuro Estados Unidos, desde América para el mundo.

Por: Josefina Barrón



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